EL PROYECTO
Te contamos cómo se originó proyecto de 'El sueño de Maggie'.
La historia de la obra: “El Sueño de Maggie”
Aunque hablemos de grandes gestas, la naturaleza de las relaciones reside en lo más sencillo e íntimo de nuestras vidas:
Ana se enfrenta a un gran dilema cuando recibe la oportunidad de su vida. Si quiere hacerlo, deberá dejar atrás aquello que ha construido. Si se queda, estará renunciado a sus sueños por amor. Todo su mundo, y el de los personajes que la rodean puede cambiar en un momento.
¿Hasta dónde somos capaces convivir con esa decisión?
¿Cuánto tiempo dura la eterna pregunta: “qué habría sido si…”? Para algunos, toda la vida.
Una obra llena de contradicciones y cuestiones elementales: amor verdadero, amistad, nostalgia… y la voz de otra generación, que no se diferencia tanto de la nuestra. La esencia misma de la vida humana recorrida por unos personajes que sienten cada palabra que pronuncian.
Y tú, ¿qué harías?
Por otro lado, debajo de la trama principal, se van desgranando otras capas de la vida de los personajes: el mundo que han construido juntos. Lo que fueron antes de llegar hasta aquí. Las redes de apoyo que persisten a pesar de todo. El paralelismo con lo que ocurrió hace veinte años y que se vuelve más presente que nunca por una dichosa casualidad.
Quienes han leído el guión coinciden en algo: es un tránsito auténtico por cosas que todos hemos pasado en nuestra vida y que son tan atemporales, que llevamos dentro y que van a tocar el corazón del espectador sin importar su edad. Ocurre eso que a veces surge inesperadamente cuando vas a ver una obra: cuando termina, te deja pensando, y te acompaña después.


EL PROYECTO
Te contamos cómo se originó proyecto de 'El sueño de Maggie'.
La historia de la obra: “El Sueño de Maggie”
Aunque hablemos de grandes gestas, la naturaleza de las relaciones reside en lo más sencillo e íntimo de nuestras vidas:
Ana se enfrenta a un gran dilema cuando recibe la oportunidad de su vida. Si quiere hacerlo, deberá dejar atrás aquello que ha construido. Si se queda, estará renunciado a sus sueños por amor. Todo su mundo, y el de los personajes que la rodean puede cambiar en un momento.
¿Hasta dónde somos capaces convivir con esa decisión?
¿Cuánto tiempo dura la eterna pregunta: “qué habría sido si…”? Para algunos, toda la vida.
Una obra llena de contradicciones y cuestiones elementales: amor verdadero, amistad, nostalgia… y la voz de otra generación, que no se diferencia tanto de la nuestra. La esencia misma de la vida humana recorrida por unos personajes que sienten cada palabra que pronuncian.
Y tú, ¿qué harías?
Por otro lado, debajo de la trama principal, se van desgranando otras capas de la vida de los personajes: el mundo que han construido juntos. Lo que fueron antes de llegar hasta aquí. Las redes de apoyo que persisten a pesar de todo. El paralelismo con lo que ocurrió hace veinte años y que se vuelve más presente que nunca por una dichosa casualidad.
Quienes han leído el guión coinciden en algo: es un tránsito auténtico por cosas que todos hemos pasado en nuestra vida y que son tan atemporales, que llevamos dentro y que van a tocar el corazón del espectador sin importar su edad. Ocurre eso que a veces surge inesperadamente cuando vas a ver una obra: cuando termina, te deja pensando, y te acompaña después.




La escritura del guión: fue inevitable
La idea de "El sueño de Maggie" empieza por el final (no, no queremos que encuentres aquí un spoiler... pero lo entenderás perfectamente cuando veas la función.). Surgió literalmente al despertar de un sueño.
Sin saber cómo explicarlo, la historia de nuestra obra empezó a quemar por dentro y sólo había una manera de resolverlo: escribir. Es lo primero que tuvo claro nuestro dramaturgo, Alejandro, cuando comenzó a dar forma al guión:
"Todo lo demás fue viniendo solo... claro que le di vueltas a las escenas, a cómo estructurarlo, a cómo resolver ciertos elementos... pero la historia, los sentimientos, y casi los diálogos, surgieron como si los hubiera visto. Los personajes hablaban por sí mismos".
Primero surgió la canción, después el concepto general de la trama, luego los personajes... y poco a poco tomaron forma las escenas, las conversaciones, los elementos escénicos, los tiempos... y todas las historias internas que se van revelando poco a poco.
"Llegué a tal punto de convivencia diaria con los personajes que terminé yéndome a Cadaqués a escribir esa parte. Necesitaba estar allí, y funcionó".
Quien le conoce personalmente puede reconocer muchas de las referencias que hay a lo largo de todo el texto: algunas personales, otras artísticas y muchas relacionadas con la música.
Cadaqués, 8 de diciembre de 2024.


La escritura del guión: fue inevitable
La idea de "El sueño de Maggie" empieza por el final (no, no queremos que encuentres aquí un spoiler... pero lo entenderás perfectamente cuando veas la función.). Surgió literalmente al despertar de un sueño.
Sin saber cómo explicarlo, la historia de nuestra obra empezó a quemar por dentro y sólo había una manera de resolverlo: escribir. Es lo primero que tuvo claro nuestro dramaturgo, Alejandro, cuando comenzó a dar forma al guión:
"Todo lo demás fue viniendo solo... claro que le di vueltas a las escenas, a cómo estructurarlo, a cómo resolver ciertos elementos... pero la historia, los sentimientos, y casi los diálogos, surgieron como si los hubiera visto. Los personajes hablaban por sí mismos".
Primero surgió la canción, después el concepto general de la trama, luego los personajes... y poco a poco tomaron forma las escenas, las conversaciones, los elementos escénicos, los tiempos... y todas las historias internas que se van revelando poco a poco.
"Llegué a tal punto de convivencia diaria con los personajes que terminé yéndome a Cadaqués a escribir esa parte. Necesitaba estar allí, y funcionó".
Cadaqués, 8 de diciembre de 2024.
Quien le conoce personalmente puede reconocer muchas de las referencias que hay a lo largo de todo el texto: algunas personales, otras artísticas y muchas relacionadas con la música.


El proceso creativo: una historia que necesita ser contada
El proyecto nace de la mano de sus creadores: Germán (el director) y Alejandro (el dramaturgo y productor). Dos amigos inseparables y con los contrastes necesarios para que esto funcione.
Aunque no se dedican normalmente a producir teatro, juntos tienen las capacidades y la pasión necesarias para tomarse en serio la idea de llevar el texto a un escenario. Nace exactamente en el momento en que surge la frase: “vamos a meternos en un jardín”.
Al final del 2024, el guión está casi terminado, y tiene buena pinta. “Esta historia necesita ser contada”. Todo lo que viene después es una convivencia constante de retos, horas interminables de trabajo y análisis, sorpresas maravillosas y un proceso de construcción que condiciona sus vidas. Desde el casting hasta la logística. El descubrimiento de un elenco espectacular formado por personas que, desde la primera prueba, sabíamos que eran “el personaje”. Además de profesionales, con un mundo tan apasionante que casi parecía que estaban destinados a vivir en El Sueño de Maggie.
“Teníamos muy claro el concepto de cada personaje, lo que pedía el texto y lo que necesitábamos contar en escena. Y estos actores, además de sobrada capacidad, tienen una pasión y una sensibilidad que hacen que sólo pueda salir bien”.
Germán y Alejandro, los creadores de este "jardín"


El proceso creativo: una historia que necesita ser contada
El proyecto nace de la mano de sus creadores: Germán (el director) y Alejandro (el dramaturgo y productor). Dos amigos inseparables y con los contrastes necesarios para que esto funcione.
Aunque no se dedican normalmente a producir teatro, juntos tienen las capacidades y la pasión necesarias para tomarse en serio la idea de llevar el texto a un escenario. Nace exactamente en el momento en que surge la frase: “vamos a meternos en un jardín”.
Al final del 2024, el guión está casi terminado, y tiene buena pinta. “Esta historia necesita ser contada”. Todo lo que viene después es una convivencia constante de retos, horas interminables de trabajo y análisis, sorpresas maravillosas y un proceso de construcción que condiciona sus vidas.
Germán y Alejandro, los creadores de este "jardín"
Desde el casting hasta la logística. El descubrimiento de un elenco espectacular formado por personas que, desde la primera prueba, sabíamos que eran “el personaje”. Además de profesionales, con un mundo tan apasionante que casi parecía que estaban destinados a vivir en El Sueño de Maggie.
“Teníamos muy claro el concepto de cada personaje, lo que pedía el texto y lo que necesitábamos contar en escena. Y estos actores, además de sobrada capacidad, tienen una pasión y una sensibilidad que hacen que sólo pueda salir bien”.


El trabajo escénico: donde termina el texto, empieza la magia
Vale, sabemos que la parte bonita y humana del trabajo escénico no es exclusiva de nuestro proyecto, pero sabemos que ha sido una constante. Los profesionales del teatro saben bien todo lo que se mueve detrás de un cartel: los ensayos, la investigación, la creación del contexto, la construcción del personaje, los cuestionamientos, los descubrimientos, las relaciones interpersonales que se forjan a través de la convivencia en escena. El juego entre el personaje y todos los mundos que se crean a su alrededor.
Lo más especial que estamos viviendo en esta parte del trabajo, además de dar vida a lo que cuenta el texto, son las manifestaciones auténticas de lo que “necesita” el personaje cuando hay alguien a su cargo. Ya no habla desde el texto, sino desde el actor. Y ahí es cuando se produce esa magia abrumadora: en escena, sólo están ellos y el mundo que han creado.
Nuestro director, Germán, tiene muy claro lo que está siendo el proceso escénico: nada se cierra, todo puede tener diversas lecturas.
"Cuando ensayábamos, sentíamos que ese personaje podríamos ser nosotros perfectamente, como si estuviésemos viviendo su misma vida".
Aunque siempre hay elementos reales de una experiencia propia, o cercana, que el actor utiliza para dar sentido a la ficción y trabajar el texto, El Sueño de Maggie está lleno de elementos tan palpables que con frecuencia sentíamos que ocurrían no solamente en la historia, sino en nuestro presente. Han sido frecuentes los momentos de ensayo e investigación en los que estábamos tan emocionados que hemos tenido que parar.
"Todo se empezó a sensibilizar y a trascender de una manera muy grande, estábamos trabajando sobre algo muy vivo".
Sobre el equipo de actores, nos llamó mucho la atención que desde el primer momento, haciendo el casting, ya sabíamos que eran ellos. Para Germán es como si cada uno de los actores ya llevara mucho tiempo siendo el personaje, sin saberlo. “Creo que es un texto que va a trascender y que va a tocar la vida de mucha gente, si acaso no lo ha hecho ya”.


Raquel y Mario ensayando como Ana y Quique
Romana y Raquel, ensayo de la Escena 5


El trabajo escénico: donde termina el texto, empieza la magia
Vale, sabemos que la parte bonita y humana del trabajo escénico no es exclusiva de nuestro proyecto, pero sabemos que ha sido una constante. Los profesionales del teatro saben bien todo lo que se mueve detrás de un cartel: los ensayos, la investigación, la creación del contexto, la construcción del personaje, los cuestionamientos, los descubrimientos, las relaciones interpersonales que se forjan a través de la convivencia en escena. El juego entre el personaje y todos los mundos que se crean a su alrededor.
Lo más especial que estamos viviendo en esta parte del trabajo, además de dar vida a lo que cuenta el texto, son las manifestaciones auténticas de lo que “necesita” el personaje cuando hay alguien a su cargo. Ya no habla desde el texto, sino desde el actor. Y ahí es cuando se produce esa magia abrumadora: en escena, sólo están ellos y el mundo que han creado.
Nuestro director, Germán, tiene muy claro lo que está siendo el proceso escénico: nada se cierra, todo puede tener diversas lecturas.
"Cuando ensayábamos, sentíamos que ese personaje podríamos ser nosotros perfectamente, como si estuviésemos viviendo su misma vida".
Aunque siempre hay elementos reales de una experiencia propia, o cercana, que el actor utiliza para dar sentido a la ficción y trabajar el texto, El Sueño de Maggie está lleno de elementos tan palpables que con frecuencia sentíamos que ocurrían no solamente en la historia, sino en nuestro presente. Han sido frecuentes los momentos de ensayo e investigación en los que estábamos tan emocionados que hemos tenido que parar.
"Todo se empezó a sensibilizar y a trascender de una manera muy grande, estábamos trabajando sobre algo muy vivo".
Sobre el equipo de actores, nos llamó mucho la atención que desde el primer momento, haciendo el casting, ya sabíamos que eran ellos. Para Germán es como si cada uno de los actores ya llevara mucho tiempo siendo el personaje, sin saberlo. “Creo que es un texto que va a trascender y que va a tocar la vida de mucha gente, si acaso no lo ha hecho ya”.


Raquel y Mario ensayando como Ana y Quique
Romana y Raquel, ensayo de la Escena 5
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